La
fibrilación auricular (FA) es la arritmia cardiaca sostenida más frecuente en
la población. Su prevalencia es de un 1-2% de la población general. La
incidencia de FA es 1,5 veces mayor en el hombre que en la mujer.
Hay
una serie de factores que se asocian al desarrollo de este tipo de arritmia,
entre los que se encuentran:
-
la
edad
-
el
sexo
-
la
cardiopatía isquémica
-
la
hipertensión arterial
-
la
insuficiencia cardíaca
-
la
enfermedad reumática.
MANIFESTACIONES
CLÍNICAS
Los síntomas
de la FA son diferentes para cada persona, muchas no presentan ningún tipo de
síntoma. Además, puede ser que los pacientes ni siquiera sepan que sufren FA o
que algo no funciona bien en su organismo. Cabe añadir que los síntomas de la
FA dependen de la edad, la causa de la FA (enfermedad cardíaca, otras
enfermedades, etc.) y del grado con que la FA afecta el bombeo del corazón. Así
pues, dichos síntomas incluyen:
-
Sentirse
demasiado cansado o con falta de energía (el más común)
-
Pulso
más rápido que el normal o que alterna entre rápido y lento
-
Falta
de aire
- Palpitaciones
del corazón (sensación de que el corazón está agitado, late con rapidez o que
aletea)
-
Problemas
al hacer ejercicio o actividades diarias
-
Dolor,
presión, opresión o molestia en el pecho
-
Mareos,
aturdimiento o desmayos
-
Mayor
necesidad de orinar (ir al baño con más frecuencia).
DIAGNÓSTICO
Existen
varias pruebas que pueden hacerse para determinar si existe un latido cardíaco
rápido o irregular.
·
Electrocardiograma (ECG). Representa una imagen de la actividad
eléctrica del corazón. Se le colocan electrodos adhesivos en el pecho, los
brazos y las piernas. Estos electrodos miden la frecuencia y el ritmo de su
corazón. Con frecuencia, se utiliza un ECG para diagnosticar la FA.
·
Monitor Holter. Un monitor Holter es un ECG portátil.
Generalmente, se suele utilizar durante 24 horas, pero también puede llevarse
durante varios días. Se colocan electrodos adhesivos en el pecho y luego se
conectan a una pequeña máquina registradora que, generalmente, se usa alrededor
de la cintura. Registra digitalmente la actividad eléctrica del corazón para
que el médico la analice.
· Monitoreo cardíaco móvil. Consiste en usar un monitor cardíaco
móvil durante un plazo de hasta 30 días para controlar los latidos cardíacos
cuando son normales y dispara un registro cuando encuentra un ritmo anormal.
Los resultados se envían directamente a su médico. Este tipo de monitor es útil
para diagnosticar la FA en pacientes que no presentan síntomas.
· Monitor de eventos. Se trata de un ECG portátil que se
utiliza en pacientes que sienten un ritmo cardíaco irregular en forma
ocasional. Esto permite que el médico verifique su ritmo cardíaco en el momento
en que usted tiene los síntomas.
· Ecocardiograma. Un ecocardiograma utiliza ondas
acústicas para obtener imágenes de su corazón. Esta prueba le permite al médico
comprobar la forma en la cual se mueve el músculo cardíaco y cómo bombea
sangre. Podrán realizarle uno de diferentes tipos de ecocardiogramas.
· Ecocardiograma transtorácico (“TTE”). Consiste en un ecocardiograma
estándar, no invasivo (sin incisiones o cortes) que permite al médico observar
y obtener una imagen del corazón palpitando. Un técnico coloca un gel especial
sobre el pecho al paciente y, luego, utiliza un dispositivo de imágenes llamado
“transductor” para registrar las ondas acústicas que rebotan en las paredes y
válvulas del corazón. Luego, un ordenador crea una imagen de vídeo de su
corazón que puede mostrar el tamaño de su corazón, su funcionamiento, si las
válvulas del corazón operan como corresponde y si existen coágulos de sangre en
su corazón.
· Ecocardiograma transesofágico (“TEE”). Se emplea con frecuencia cuando el
médico necesita obtener una buena imagen de la parte posterior del corazón.
Para obtener una imagen clara, se baja una sonda, llamada “transductor”, por el
esófago el cual pasa justo por detrás del corazón. El lugar donde se ubica la
sonda en el esófago permite ver mejor las aurículas. Este procedimiento puede
ser incómodo, por lo tanto, es posible que le administren una pequeña cantidad
de anestesia a través de una vía endovenosa. Se utiliza un aerosol anestésico
tópico para adormecer la parte posterior de la garganta y así permitir que la
sonda pase con la menor incomodidad posible. Una vez que la sonda se encuentra
en su lugar, trabaja de la misma manera que el ecocardiograma.
· Tomografía computarizada (“CT”) o
resonancia magnética (“MRI”) cardíacas.
La tomografía computarizada cardíaca, o CT cardíaca, utiliza una máquina de
rayos X y un monitor para obtener imágenes claras y detalladas del corazón.
Durante la exploración con CT cardíaca el paciente se tumbará sobre una mesa y
una máquina de rayos X se moverá alrededor de su cuerpo. La máquina tomará
imágenes de su corazón y pecho. Luego, el monitor unirá estas imágenes para
brindar una imagen tridimensional (3D) del corazón y del pecho. La MRI cardíaca
utiliza ondas de radio, imanes y un monitor para tomar imágenes de su corazón.
Durante una MRI cardíaca, el paciente también permanecerá tumbado sobre una
mesa dentro de una máquina con forma de tubo. La MRI cardíaca genera imágenes
detalladas de su corazón mientras late y toma instantáneas y videos.
Respecto al
diagnóstico de la FA, se puede ver que los registros que se dan dentro de las
cavidades en los pacientes que tienen una actividad auricular irregular, con
significativas irregularidades en los electrocardiogramas (ECG), muestran
patrones con amplias variaciones. No es difícil realizar el registro de
distintos electrogramas de múltiples puntos de la aurícula derecha con
catéteres multielectrodo, sin embargo, en el caso de la aurícula izquierda, por
lo general, sólo se registra desde el seno coronario.
En ocasiones
es posible registrar en ambos casos una actividad bastante organizada, pero que
están en constante cambio, como se puede observar en la primera imágen. En
otros casos con actividad notablemente dividida a lo largo de toda la aurícula
derecha y en el seno coronario se puede observar una actividad regular de alta
velocidad en un punto concreto, lo que puede indicar la presencia de un
circuito que vuelve a entrar, denominado rotor, con una conducción fibrilatoria
dirigida a ambas aurículas, como es el caso de la tercera figura.
Los fármacos
antiarrítmicos tienden a aumentar la organización de la FA, tanto por una prolongación
del periodo refractario de la misma, como por una ampliación del radio de giro de
su reentrada, pudiéndose ver una disminución en el número de rotores de pequeño
tamaño. Estos fármacos, además, son capaces de aumentar el bloqueo a través de
la cresta terminal, lo que provoca un aumento de la organización de la
activación de ese bloqueo.
Por lo tanto,
¿Qué necesitamos para el establecimiento de un diagnóstico diferencial de FA?
Cuando disponemos de un electrograma aislado, la clave del diagnóstico está en
el tiempo de registro del ECG. Si se consiguen hacer registros lo bastante
duraderos, es decir, de ≥ 30 s de duración, es muy raro que no sea registrada
una variación de ≥ 50 ms entre los ECG. El uso de un tiempo prolongado de
detección es muy viable en estos casos, ya que estas arritmias no
suponen, por lo general, un riesgo vital para las personas que las padecen; además, supondría evitar intervenciones innecesarias y posiblemente arritmogénicas en episodios de taquicardia.
suponen, por lo general, un riesgo vital para las personas que las padecen; además, supondría evitar intervenciones innecesarias y posiblemente arritmogénicas en episodios de taquicardia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario